Las organizaciones que la implementan demuestran la realización de operaciones de seguridad profesional para satisfacer las necesidades de los clientes y otras partes interesadas, la rendición de cuentas ante la ley, el respeto de los derechos humanos, y la coherencia con los compromisos voluntarios a los que se adhiere.
El principal objetivo es profesionalizar los servicios de seguridad, logrando cumplir o incluso exceder las expectativas de sus clientes y partes interesadas.
Incrementa la ventaja competitiva
Demuestra el compromiso con los clientes
Demuestra conformidad con la ley y los DDHH
Ayuda a estandarizar soluciones ante conflictos o riesgos
Realza la imagen pública de la organización